¿Por qué? Contestar a esta pregunta es muy sencillo. Porque está en riesgo la integridad de tus sistemas y equipos, la privacidad de tus datos confidenciales, la confianza de usuarios y clientes y, en definitiva, el futuro de tu empresa, marca y actividad. ¿Cuánto invertir? El límite lo pones tú.
¿Cuánto estás dispuesto a perder? Aunque la pregunta pueda sonar muy drástica, queremos mostrarnos contundentes y realistas, porque el número de empresas “secuestradas” o jaqueadas es cada vez mayor, sobre todo entre organizaciones pequeñas y medianas para quienes la seguridad informática no ha supuesto nunca una prioridad.
Proteger un negocio no es tan costoso, sobre todo si tenemos en cuenta que no es ya una necesidad, sino una obligación para preservar la seguridad de cualquier tipo de actividad y evitar el pago de un rescate de miles de euros a una organización criminal.
Los datos hablan por sí solos: los ciberataques son cada vez más comunes y preocupantes
Los ciberataques se han convertido en el principal quebradero de cabeza para la mayor parte de las empresas españolas. Según el Informe Bienal de Seguridad en España 2020 publicado por Fundación Esys, casi una cuarta parte de las empresas sufrieron algún tipo de ciberataque en 2019 y podríamos decir, con total seguridad, que los datos habrán empeorado con motivo de la pandemia sanitaria y el aumento del teletrabajo y el comercio electrónico.
Armarse contra este tipo de delitos es sencillo si se cuenta con una empresa especializada detrás, capaz de habilitar los protocolos y herramientas necesarias para garantizar la integridad de un negocio determinado. En este sentido, la personalización del servicio resulta fundamental.
En cuanto al coste de dicho esfuerzo, todo dependerá del tipo de actividad, volumen de datos procesados, tamaño de la empresa, número de empleados, etc.. sin embargo, una pyme no necesita desembolsar grandes sumas de dinero para garantizar su actividad.
La mayoría, de hecho, deberían comenzar por adaptar sus equipos a la era digital con mejoras de privacidad y, después, apostar por un sistema de seguridad específico que incluya varias opciones o niveles de protección: antivirus, cortafuegos, servidor proxy, backup, etc. Muchas de ellas podrían conseguirlo por menos de 200 euros al mes gracias a las ventajas que proporcionan las soluciones en la nube.