En un mundo cada vez más conectado, los riesgos cibernéticos son una realidad para cualquier empresa, independientemente de su tamaño o sector. Por eso, contar con un plan de continuidad es fundamental para garantizar la protección y supervivencia del negocio ante posibles incidentes o ataques informáticos.
¿En qué consisten los planes de continuidad?
Un plan de continuidad es una estrategia de gestión de riesgos que tiene como objetivo minimizar los efectos adversos de un incidente o ataque informático en la actividad empresarial. Consiste en una serie de medidas preventivas, correctivas y de recuperación que permiten a la empresa seguir operando con normalidad después de un evento de este tipo.
Los planes de continuidad se diseñan con el fin de evitar y/o restablecer la actividad normalizada de la empresa tras sufrir un incidente o ataque informático. Es decir, trata de paliar los efectos adversos de riesgos cada vez más comunes.
Para ello, el plan contempla varias fases de implementación, entre ellas el análisis de los riesgos más habituales hoy en día para una organización concreta, el análisis del impacto que tendría una brecha de seguridad sobre el negocio: recursos, procesos, etc., y el posterior diseño de soluciones adaptadas: establecimiento de copias de seguridad, cortafuegos, archivos prioritarios, etc.
Además, los planes de continuidad incluyen una rutina de pruebas técnicas, mantenimiento y revisión de los sistemas, así como una fase formativa para el conjunto de profesionales que trabajan en su día a día con herramientas susceptibles de vulneración.
La implementación de un plan de continuidad no solo ayuda a minimizar los efectos de un incidente o ataque informático, sino que también puede aumentar la eficiencia y la rentabilidad de la empresa. Al conocer mejor los riesgos y tener medidas preventivas y correctivas en marcha, se puede reducir el tiempo de inactividad y minimizar las pérdidas económicas.
Planes de continuidad en la nube
Hoy en día, la mayoría de los planes de continuidad confían en la nube el almacenamiento de datos sensibles o críticos para el futuro de la empresa. Esto se debe a que la nube es una forma eficiente y segura de salvaguardar archivos decisivos para el correcto funcionamiento de la empresa, fáciles de recuperar desde cualquier lugar y por cualquier persona con autorización para ello.
Además, la nube permite una mayor flexibilidad y escalabilidad en la implementación del plan de continuidad. Se pueden configurar soluciones personalizadas para las necesidades de cada empresa, adaptándose a su tamaño y sector.
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