Pocas empresas menosprecian ya la importancia y el valor del cloud compunting, un concepto que nació a principios de este siglo y que ha revolucionado la capacidad de almacenamiento y procesamiento de datos de cualquier empresa u organización.
La nube o cloud computing permite el acceso remoto a softwares de almacenamiento gracias a internet, ofreciendo así una alternativa eficaz y segura a los servidores locales, es decir, a dispositivos físicos y infraestructuras (data centers) que suponen un gasto de adquisición, ubicación y mantenimiento importante, sobre todo para pequeñas y medianas empresas con capacidad limitada.
De hecho, la mayor parte de entidades financieras del mundo cuentan ya con nubes privadas a las que puede acceder todo usuario (habilitado para ello) desde un dispositivo conectado a la red. Las aplicaciones corporativas suponen la puerta de acceso a estas nubes privadas capaces de brindar servicios de manera casi inmediata y totalmente fiable, pues permiten el almacenamiento y tratamiento de millones de datos en tiempo real.
El uso de la nube, una tendencia cada vez mayor en nuestro país
Toda empresa, hoy en día, debería demandar y confiar en este servicio por las enormes ventajas que brindan, sobre todo a las pymes. Y no solo nos referimos al ahorro de costes en tecnología, sino al acceso a lo último en innovación informática para las empresas, favoreciendo así el desarrollo de su actividad y la optimización de los recursos disponibles.
La tendencia al respecto es clara, cada vez más empresas apuestan por la nube. Según el Dossier de Indicadores sobre uso de servicios en la nube en España y Europa elaborado por el ONTSI y publicado en abril de 2021, en 2019, un 28,1 % de las empresas españolas con acceso a internet utilizaban ya este tipo de servicios, situándonos en la misma posición que Alemania y ligeramente por debajo de la media de la UE. Los sectores más proclives por entonces a la adquisición de servicios en la nube fueron el sector TIC (74,2 %), el de información y comunicación (68,1 %) y el de las actividades profesionales, científicas y técnicas (46 %).
Y es que, cada vez más organizaciones comprueban de primera mano las ventajas de contar con una infraestructura firme y escalable que garantiza la evolución de la actividad empresarial. ¿Te gustaría recibir más información o una demostración sin compromiso? Contacta con nuestro equipo de asesores.